Llega el fin de semana y con él el partido de esta jornada. Nos convocan a primera hora de la mañana para dirigirnos a las instalaciones del rival a las que llegamos con demasiado margen de tiempo. Los pequeños futbolistas calientan bajo un cielo plomizo que amenaza lluvia aunque, por suerte, ésta se mantiene lejos durante el partido.  El primer cuarto da comienzo con un claro dominio visitante. El continuo acoso se traduce en un gol temprano del dorsal 6. Los locales, en estado de shock, no consiguen generar ninguna ocasión de gol -ni tan siquiera pasan de medio campo-.

La mañana amanece soleada y el termómetro no asusta. Sin embargo, el gélido viento deja a todos los asistentes al partido del sábado, en el que los Pequeños Campeones reciben a uno de sus directos perseguidores, congelados por momentos.
Por suerte, el frío ambiental no afecta a la actitud en el terreno de juego y los pequeños saltan al césped con ganas de ganar el partido y disfrutar del juego.

Gélida matinal en el que se nota el hielo al pisar el suelo de camino al campo de los adversarios. Es muy temprano y el termómetro no logra deshacerse del signo negativo pese a los primeros rayos de sol que nos acompañan. Es el partido que inaugura el año tras el parón navideño. El contrincante suma los mismos puntos que los Pequeños Campeones por lo que se prevé un partido igualado e intenso.