El tercer partido de liga se juega en las instalaciones del rival. El match, que empieza con un cuarto de hora de retraso, se antoja difícil desde el primer minuto. El acoso de los locales al área de los Campeones es constante y en los primeros minutos ya se avanzan en el marcador. La superioridad del rival es clara y pese a que los pequeños Campeones no tiran la toalla en ningún momento, el partido se les gira en contra desde el inicio y acaban encajando seis goles.
El resultado final es un 6 a 1 que debería haber sido un 5 a 0. El motivo: con un niño en el suelo en el área, el jugador desoyó las indicaciones del míster de tirar el balón fuera y acabó marcando gol. Ese entrenador les ordenó a sus jugadores no moverse después del saque del centro del campo y Julian Ross se acercó hasta la portería y marcó el único gol para los Campeones del partido.
Bien Marisa
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